Ciencia de verano

Han empezado las vacaciones para los niños del hemisferio norte. No hace falta que me explaye en lo que esto significa para nosotras las madres. Sobre todo, intentar que la caja boba no se transforme en la solución mas fácil para el entretenimiento de nuestros retoños.

Para estas ocasiones intento tener siempre a mano un libro que me compré hace unos años aquí en Dublín. Sí, estamos ya en Dublín. Mientras nuestros estudiantes están en el colegio por las mañanas, la casa se convierte en laboratorio, clase, teatro y lo que se nos ocurra.
El libro del que les hablaba es este:

Y ayer Gabriel me pidió que experimentáramos con una de las actividades que propone el libro.

Brebaje mágico. Una receta. Materiales.

• Un vaso

• Detergente de cocina

• Vinagre

• Colorante alimentario (opcional)

• Purpurina (opcional)

• Bicarbonato de sodio

Tengamos la cámara de fotos o el móvil a mano, la cara de los niños al hacer este experimento es para alquilar balcones!

Preparamos una bandeja sobre la que vamos a trabajar. Como en el post anterior (click aquí) la cosa se va a poner pegajosa y húmeda. Listas? Ahí vamos.

1. Llenamos medio vaso con el vinagre.
2. Le agregamos colorante alimentario (opcional) y la purpurina (opcional). Revolvemos un poco.
3. Ponemos un buen chorro de detergente dentro. Volvemos a revolver con una cuchara de metal.
4. Finalmente espolvoreamos el equivalente a una cucharada sopera de bicarbonato de soda dentro. NO REVOLVEMOS.

Y listo el pollo! Como diría mi padre! Tené la cámara lista porque en unos segundos...

Tendrás el brebaje listo para jugar a brujas y magos!

Nota: Supervisá bien al pequeño científico, porque querrá meter el dedo para ver a qué sabe ese potaje!

Que se diviertan!

Hasta pronto!

Postales de tela

Es Show And Tell Tuesday y aquí les dejo mi aporte semanal!

En un par de días comenzaremos nuestro largo periplo de aviones. Si vieran mi casa en este instante parecería que estamos a punto de mudarnos. Ropa para tres climas, maletas por todas partes, útiles escolares que hay que guardar, libros del próximo curso que hay que etiquetar, un quilt a medio acolchar...
Lo típico!
Pero he encontrado un proyecto de último momento que quería compartir. Me parece que es una actividad ideal para hacer con los niños este verano, sea donde sea que nos encuentre el calor.
Siempre hay alguien a quien recordamos, a quien queremos enviar una notita a la vieja usanza (por correo) y si te gusta reciclar como a mí, este proyecto seguro que te encanta!
Intento no tirar telas. Ni retales ni pedacitos. Nada. Guardo los trocitos más pequeños en un frasco y los reservo para cosas como la que voy a mostrarles ahora. El tamaño máximo es de 2 cm.

Postal de tela. Un tutorial.

Materiales

Cartón de diversos tamaños. Yo tomé la caja en la que vienen los bricks de leche y con una postal como patrón, tracé su silueta a diestra y siniestra. Luego con mucha paciencia y un buen cutter, corté todas las siluetas.

Goma de pegar. Rebajada con unas gotas de agua.

Pincel.

Una base de plástico donde trabajar. La cosa se pondrá bastante pegajosa. Aunque si sos como yo, seguro te divierte ir despegando la cola de a poquito, como si pelaras una banana.

Trocitos de tela de mil colores.

Y los pasos a seguir son muy pero muy simples.

1. Ponemos pegamento con el pincel sobre el cartón. Ten cuidado de hacerlo sobre el lado estampado. El lado marrón será el que utilices para escribir tu notita.
2. Poco a poco vamos colocando los trocitos de tela. Y cubrimos toda la superficie del cartón. La punta de un boli que no tiene tinta o un punzón te servirán para dejar en su sitio los pedacitos de tela.
3. Una vez que has cubierto todo el cartón, le aplicamos una última mano de cola por encima de todos los pedazos de tela. No te preocupes que eso queda transparente una vez seco.
4. Ponemos a secar cerca de una ventana y en media hora más o menos, voila! Ya tenes tu postal de tela hecha a mano para enviar!

La mía va camino a California. Seguro que a Ceci le va a encantar!

Nos vemos pronto!