Para estas ocasiones intento tener siempre a mano un libro que me compré hace unos años aquí en Dublín. Sí, estamos ya en Dublín. Mientras nuestros estudiantes están en el colegio por las mañanas, la casa se convierte en laboratorio, clase, teatro y lo que se nos ocurra.
El libro del que les hablaba es este:
Y ayer Gabriel me pidió que experimentáramos con una de las actividades que propone el libro.
Brebaje mágico. Una receta. Materiales.
- Un vaso
- Detergente de cocina
- Vinagre
- Colorante alimentario (opcional)
- Purpurina (opcional)
- Bicarbonato de sodio
Tengamos la cámara de fotos o el móvil a mano, la cara de los niños al hacer este experimento es para alquilar balcones!
Preparamos una bandeja sobre la que vamos a trabajar. Como en el post anterior (click aquí) la cosa se va a poner pegajosa y húmeda. Listas? Ahí vamos.
- Llenamos medio vaso con el vinagre.
- Le agregamos colorante alimentario (opcional) y la purpurina (opcional). Revolvemos un poco.
- Ponemos un buen chorro de detergente dentro. Volvemos a revolver con una cuchara de metal.
- Finalmente espolvoreamos el equivalente a una cucharada sopera de bicarbonato de soda dentro. NO REVOLVEMOS.
Y listo el pollo! Como diría mi padre! Tené la cámara lista porque en unos segundos...
Tendrás el brebaje listo para jugar a brujas y magos!
Nota: Supervisá bien al pequeño científico, porque querrá meter el dedo para ver a qué sabe ese potaje!
Que se diviertan!
Hasta pronto!
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